Estás cerca o acabas de iniciar tu carrera universitaria y quieres ser un buen estudiante. Te aconsejo que leas este artículo donde te resumo una serie de claves para tener éxito en tu paso por la universidad.
Acabas de finalizar el instituto o el colegio y te preparas para dar el primer gran salto hacia la independencia, seguramente ya has cumplido la mayoría de edad y enfrentas la siguiente etapa del proceso educativo: la universidad.
Existen muchos mitos sobre la real complejidad de la universidad, en primer lugar, existen múltiples carreras, cada una de ellas con sus características y particularidades que las hacen especiales y distintas unas de otras ya no solo en lo que se refiere a la temática, sino en la forma de evaluar y los métodos de estudio más recomendables.
En segundo lugar, pasas a ser exclusivo responsable de tu rendimiento académico, tus padres ya no estarán al tanto de tus notas y calificaciones, ni mucho menos de tu comportamiento en la sala de clases, la infancia ha quedado atrás y debes disciplinarte por ti mismo.
Finalmente, la vida universitaria está acompañada de múltiples estímulos positivos y negativos que pueden complementar de mejor o peor forma tu trayectoria, por lo que debes hacerte responsable de tus decisiones y comportamiento en esta inolvidable etapa de tu vida.
Para darte una pequeña ayuda y guía de como tener un paso exitoso y lograr ser un buen estudiante universitario, te entrego una serie de consejos que debes aplicar para alcanzar el tan anhelado título profesional:
Claves para ser un buen estudiante universitario
1. Estudiar algo que realmente te guste
Puede sonar cliché, pero la decisión de qué carrera universitaria estudiar es una de las decisiones más importantes en tu vida y debes considerar una serie de variables sobre la mesa, pero siempre debes priorizar una carrera que sea de tu agrado e interés y en la cual crees que te sentirás cómodo y satisfecho al trabajar.
El análisis de factores como el económico, dificultad, competencia en el mercado, entre otros, solo deben formar parte del segundo peldaño al momento de la elección de una carrera universitaria, por lo que te recomiendo que con 1 o 2 años de anticipación te vayas interiorizando y tengas claro qué carreras se ajustan con tus gustos e intereses y cómo se compone la malla curricular de éstas y las exigencias al postular.
Finalmente, si no has decidido con claridad qué carrera estudiar o no has logrado ingresar a la carrera que tenías en mente, te recomiendo que te tomes un año de descanso académico y lo aproveches para desarrollar nuevas habilidades, te interiorices en las diferentes opciones profesionales que existen y/o trabajes durante media jornada antes de volver al mundo educativo.
La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo
2. Planificar de forma efectiva y eficiente tu tiempo
Uno de los grandes rivales que deberás afrontar en tu paso por la universidad, además de las pruebas parciales, exámenes y trabajos que deberás rendir, está ligado a la forma en que organices y planifiques tu tiempo.
En tu paso por la universidad, muchas veces desearás que los días sean más largos, pero la realidad es que las 24 horas no variarán y tendrás que saber armar tu calendario de la forma más efectiva y eficiente posible.
Por efectiva me refiero al hecho de que debes tener claro de que tu principal objetivo estará siempre ligado al éxito académico en tus ramos y materias, por lo que los horarios de clases y estudio deben ser la base prioritaria de tu agenda.
Por eficiente hago referencia a que estudies y prepares con anticipación cada una de las pruebas y trabajos que tengas que rendir, para evitar que se te acumulen todas la materias y tareas un par de días antes de rendir y te veas obligado a trasnochar para lograr la mínima calificación para aprobar.
3. Calidad de apuntes y estudio
Organizar de buena forma tus apuntes y anotaciones será de gran ayuda al momento de estudiar y poner énfasis en las lecciones del profesor. Mantener tus anotaciones en orden y destacando los aspectos y conceptos más relevantes te entregarán una mejor visión de la materia en cuestión.
Una clave esencial de un buen estudiante es el aspecto relacionado con la concentración al momento de la clase y también de sentarse a estudiar. 30 minutos de máxima concentración pueden ser mucho más provechosos que 1 o 2 horas de estudio teniendo el televisor encendido o mirando las últimas notificaciones en las redes sociales.
Al momento de estudiar, identifica que métodos te resultan más cómodos, ya sea apoyarte con libros, realizar esquemas, resumir conceptos, estudiar con algún compañero o cualquier otra posibilidad, eso dependerá absolutamente de ti. Procura definir un lugar de estudio específico lo más ordenado y apropiado posible, evitando las distracciones y ruidos.
También realiza breves pausas en tus horas de estudio para que puedas relajarte y distraerte, te aconsejo que averigües sobre la técnica pomodoro, que se basa en alternar intervalos de estudio con pequeños intervalos de descanso.
Por último, siempre que tengas tiempo, intenta profundizar en los contenidos que se entreguen en clases, para complementar tu aprendizaje para que no te limites a aprender lo mínimo exigible. Recuerda que tu objetivo primario no solo se basa en lograr el título profesional, sino que también se enfoca en ser un profesional lo más competente posible.
4. Priorización de materias y trabajos
Como te mencioné en el punto sobre la planificación del tiempo, el recurso de horas disponibles por día se hará escaso, sobre todo en períodos de exámenes finales para lograr aprobar cada uno de los cursos y materias.
Por esta razón, es muy frecuente que te enfrentes con semanas donde tengas que rendir hasta 3 o más pruebas y presentar o entregar uno que otro proyecto o trabajo del período, por lo que no tendrás más opción que priorizar a cuál de ellos les otorgas mayor relevancia.
Ya sea que tienes un ramo prácticamente aprobado o en caso contrario, ya das por perdido un ramo en específico, evita dar gran relevancia a las materias que se presenten con antelación en una situación extrema, ya sea favorable o negativa y concentra tus esfuerzos en las materias y cursos que se encuentran en una posición intermedia para que logres aprobar y no te retrases en demasía en tu malla curricular.
5. Relaciones Sociales y Excesos
Uno de los aspectos que hacen de la universidad un período inolvidable de nuestras vidas se relaciona directamente con el hecho de poder compartir en diversas situaciones con personas de nuestra edad y generar lazos de amistad y compañerismo que perduran con el paso del tiempo.
Ya sean actividades deportivas, clubes de lectura, debates y conferencias políticas, reuniones sociales y un largo etcétera, el menú de opciones que nos entrega la universidad debe ser aprovechado de la mejor forma posible para desarrollarnos ya no solo como profesionales sino como personas.
Sin embargo, así como existen diversas oportunidades que ofrece la universidad, también se presentan amenazas o riesgos que pueden poner en peligro el logro de nuestro objetivo primario y atentar con nuestra propia integridad física y/o mental.
El alcohol, las drogas y los excesos son peligrosos compañeros que si no se les sabe poner freno pueden traer lamentables consecuencias en el ámbito académico, laboral y más importante, personal.
Aprende a compartir y disfrutar de forma sana o al menos de manera en que siempre tengas control de tus actos y de lo que sucede en tu entorno, evitando que se presente cualquier situación desagradable en tu etapa universitaria.
6. Preocúpate de desarrollar tus habilidades blandas
Uno de los aspectos que solemos pasar por alto en general en nuestro crecimiento laboral se vincula al desarrollo de nuestras habilidades blandas. Nos convencemos de que aumentar nuestros conocimientos y habilidades duras nos convertirá en profesionales más atractivos para las empresas y logrará posicionarnos de mejor forma en nuestro trabajo.
Si bien es cierto que el conocimiento juega un rol fundamental en nuestra formación como profesionales, llega un punto en donde nuestro comportamiento y actitud cobra mayor relevancia.
Vivimos en sociedad, por lo que estamos obligados a trabajar en compañía de otras personas, que nos pueden caer mejor o peor, pero con las cuales debemos aprender a relacionarnos para lograr los objetivos comunes que en este caso busca alcanzar la organización en la cual nos toque trabajar.
Características como la responsabilidad, disciplina, empatía, saber escuchar, honestidad, saber comunicar, respeto por ideas ajenas, resolución de conflictos, objetividad, son entre muchos otros, aspectos que podemos comenzar a desarrollar ya en nuestra etapa universitaria que sin duda te entregarán beneficios en el mediano y largo plazo y te convertirán en un mejor profesional y en un potencial líder.
Las habilidades blandas distinguen a un profesional con capacidad de liderazgo de otro que no la tiene
Por último, recuerda que la universidad no es la única opción que tienes en la vida para alcanzar el éxito, tranquilidad financiera y/o realizarte como persona. Son múltiples los casos de personas que no han asistido o no tuvieron éxito en la universidad y han conseguido alcanzar sus objetivos y metas desarrollando otro tipo de talentos o apostando por ideas y emprendimientos personales.
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